Cuando se puso el sol y tuvo ganas de llorar, Vicente comenzó a descaminar. Es decir: caminó hacia el oeste para deshacer lo que había hecho, como si quien caminara a contramarcha por el camino vivido pudiera borrar sus huellas y con ellas lo vivido.
Al llegar al punto más lejano, al final del abecedario, apretó la tecla “Ctrl” y la tecla “zeta”, las dos al mismo tiempo. Sólo pudo borrar las palabras que contaban sus hechos. ……………………………………………………………………………………………………………………………..
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